domingo, 2 de diciembre de 2012

POR QUÉ DIOS NO NOS CREÓ DIRECTAMENTE EN LA FELICIDAD DEL CIELO?


Cada tema presentado en esta página, es con el fin de ayudar a quienes estén interesados, como yo también, en comprender la Palabra de Dios, en el sentido espiritual, un poco más allá de lo que puede ser un simple ejemplo de vida como se presenta en las parábolas de Jesús; los símbolos, y signos en toda la Biblia.   

¿POR QUE DIOS NO NOS CREÓ
DIRECTAMENTE
EN LA FELICIDAD DEL CIELO?

Si Dios nos hubiera creado directamente en el cielo...

Con este Título y subtítulo el sacerdote  Pedro Chinaglia presenta un Artículo monologado en la Revista “Paraguay Misionero”, Nº. 173/2001.
Menciono al sacerdote P. Chinaglia y sus palabras, previamente solicitado su anuencia.

Dice el Artículo. “¿No habría sido más simple y fácil para nosotros, si  nos hubiera creado ya en la visión beatífica de Dios como los que gozan ahora los santos y los ángeles del cielo?” (copia literal)
 
El comentarista responde a la pregunta planteada, el motivo por el cual no puede ser así, Dice: “Consiste en que si uno comprara, una medalla, o trofeo para sí mismo como si hubiese competido y ganado el premio de una competencia en una olimpiada, sin haber participado en ella no tiene valor alguno”.
En realidad que si uno recibiera un trofeo sin haber participado en la competencia, o si tuviéramos las mejores calificaciones en un examen sin haber rendido, no nos daría eso la satisfacción plena, explica el Padre Chinaglia.

En las sagradas Escrituras, san Pablo dice algo semejante: “Que es necesario correr la carrera, la carrera cristiana, hasta llegar a la “meta” para recibir el premio, que dura para siempre. (1Corintios 9,24-25).

Y nosotros ya estamos acá, en el campo de las olimpiadas, en este mundo en donde nuestra misión, como cristianos  hijos de Dios nos corresponde, luchar en la vida, haciendo el bien, por amor, para ganar el premio del “cielo”, nuestra meta, el final de la “carrera”, que con nuestra muerte física, el espíritu (nosotros) volvemos a nuestra verdadera casa, porque  somos ciudadanos del cielo. (Filipenses  3,20-21)
 

¿FUE UN ERROR DE LACREACIÓN?

El tema cuestionado es: ¿por qué Dios no nos creó directamente en la felicidad del cielo?...

¿Se puede juzgar acaso a Dios que nos haya creado imperfectos, dejando en  nuestras propias manos ganarnos la santidad, sin saber cómo, y mientras que no lo consigamos, nos tendríamos que debatir entre la lucha y sufrimientos, entre las penas y alegrías para sobrevivir. Soportando todo con la fe en la esperanza de recibir el  premio al final de la meta?.



Pero la Palabra de Dios responde a la incógnita presentada.
¿No leemos en su Palabra que Dice: “Creó Dios a los primeros hombres, perfectos, a “su imagen y semejanza?” “Y todo lo que había creado era bueno,  y viendo que así fue, descansó”. (Génesis 2,1-3)

Pero aquellos “primeros hombres” que fueron creados perfectos y a su imagen y semejanza,  y que gozaban de su confianza en su misma presencia, pecaron contra Dios revelándose contra Él. Por ese motivo, “Dios los echó del “Paraíso” y los mandó a la tierra”. (Génesis 3,22.24)
“Para que en ella trabaje el hombre y con el sudor de su frente consiga su alimento, y la mujer deberá dar a luz con dolor”. (Génesis 3,15-24).
Pareciera que las palabras de éste texto presenta a Dios como a un Juez muy duro en su sentencia.

Pero somos humanos también, y desde nuestra limitada humanidad no podemos alcanzar a percibir los profundos misterios que existen en el reino espiritual. Desde aquí todo nos parece injusto, querríamos que las cosas fueran como nos parece mejor, según nuestro punto de vista, lo que es justo. Desde niño pensamos así. 


DIOS ES INFINITAMENTE BUENO

Si Dios es bueno, todo lo que  ha hecho  no puede haber sido nada más que bueno y perfecto,  si creemos que es infinito en:
Amor, belleza, bondad, Verdad, perfección, inteligencia, sabiduría, Misericordia, perdón y todos los atributos que podemos imaginarnos de un Dios Infinito.

¿Quiénes fueron entonces aquellos primeros hombres, creados a imagen y semejanza de Dios, que para la sencillez de la comprensión humana los primeros escritores bíblicos lo han simbolizado en la Biblia  como “Adán y Eva?”.-

De la sgte. manera Dios responde a la pregunta cuestionada en el título:
“Sí, yo los he creado, y directamente en el cielo”. (Paraíso)
“y si en el cielo los hice,  tienen que haber sido santos y perfectos, a mi propia imagen y semejanza los he creado” (Génesis 1,27)

Fuimos creados a su imagen y semejanza, el espíritu de vida, que nos hace ser lo que somos, una persona integrada con cuerpo, alma, espíritu.

       PENSAMIENTO

<Cuando el pecado del  hombre sea sustituido por la sinceridad que reconoce la Majestad del Creador divino, el hombre  percibirá junto con Dios, que nada de lo que Él  ha hecho, puede haber sido Jamás, nada más que bueno, y así, en la medida que el hombre fue hecho por Dios, sabrá que fue creado bueno.>
                                                                    Autor desconocido.

sábado, 1 de diciembre de 2012

¿DONDE ESTA DIOS?

¿En verdad crees en  Dios?
¿Cómo lo imaginas? ¿Dónde está su morada? ¿Cómo experimentar el Reino de Dios ahora?

El Espíritu

Hay muchas interrogantes para el creyente que quiere saber para demostrar o enseñar a sus hijos o a otros, inclusive demostrarse a sí mismo que Dios  existe y cómo.
Recurriendo a la Biblia, encontramos que ella nos muestra de distintas maneras la imagen de Dios y su Reino.
                                            ESCUCHAR VÍDEO "DIOS ESTÁ EN ESTE LUGAR"


Pra. Imagen: a Dios ESPÍRITU          


“Dios es Espíritu y su Reino es el espiritual”. (Juan 4,24)

Desde donde está rigiendo manteniendo y sosteniendo los universos (ver  Hebreos 1,3).
También dice: “En Dios vivimos nos movemos y existimos” (Hechos 17,28)

En ese Reino están los seres también espirituales, los que conocemos con nombre humano de ángel.

Allí también existe una organización y en perfecta armonía, en reinos, autoridades y dominios, a su vez los ángeles poseen diferentes jerarquías, como: Arcángeles, Querubines y Serafines, nombres encontrados en la Biblia. Todos ellos son espíritus al servicio de Dios.
(Ver Colosenses 1,16 y Hebreos 1,14).

2nda Imagen:
EN JESUCRISTO HOMBRE, SU UNIGÉNITO 


   Escuchar vídeo:  JESÚS QUIEN ERES TU?

 Por su amor a los hombres, sus hijos,  ha realizado la obra más maravillosa y trascendental de la historia humana.
Dios, en su Segunda Persona, su Hijo Único, su Palabra, por medio de quien todo lo creó:
Se hizo hombre en el mundo como uno de nosotros y vivió con nosotros, para hacerse conocer (San Juan 1,14).
Jesús dijo: “El que me ha visto a mí ha visto al Padre, El Padre y Yo somos Uno solo” (ver: San Juan 10,30; 12,45; 14,9-11).
San Pablo explica esta realidad: “Porque todo lo que es Dios se encuentra plenamente en la Persona de Cristo”, (ver, Colosenses:
1,15 -19; 2,9 y 2Corintios 4,6).
Pero, ¿cuántos son los que creen hoy día, que realmente estaba Dios mismo en el mundo en la Persona de Jesucristo? Hasta sus mismos apóstoles habían dudado de esa verdad y le pidieron una demostración, a la que Jesús les respondió:
“Felipe, hace tanto  tiempo que estoy con ustedes y ¿todavía no me conoces?”(Juan 14,8-9) 

Esta es la imagen física de Dios. Porque, “Nadie ha visto jamás a Dios, el Hijo Único que es Dios y que vive en íntima comunión con el Padre, él nos ha dado a conocer” (S. Juan 1,18)

3ra. Imagen: A Dios en el mismo hombre, sus hijos.
Nos hace saber que no solamente está ocupando el Universo espiritual y físico fuera del hombre, creado por El mismo, inalcanzable por eso a nuestros sentidos. No. Dios nos hace, a sus hijos, partícipe de su vida.
Y no como una opción sujeto a condiciones para algunos. Simplemente, nos informa lo que ya es una verdad, y para todos por igual. 
Que, para que podamos experimentar  su presencia ha decidido que seamos el templo vivo donde El debe morar.  
No deja de ser un misterio para nosotros, pero es una realidad.
Aquí también S. Pablo explica
“¿No sabían ustedes que son templo de Dios, y que el Espíritu de Dios vive en ustedes?”
( 1Corintios 3,16 y 6,19-20).

¿Qué mayor gracia puede haber para nosotros, que Dios haya decidido hacer su morada viviente en los hombres?
De esta manera es constituida La Iglesia de Dios formada por cada uno de sus miembros,  y ésta llega a ser, del conjunto de la humanidad:
“La  imagen analógica de Dios.”

La experiencia del Reino
¿Por qué entonces buscarle tan lejos?
Busca a Dios de corazón y Él saldrá a tu encuentro (Santiago 4,8).

“Lléguense  los unos a los otros”. 

Él está en el hermano que te necesita, no lo rechaces, porque Dios no te va a pedir más de lo que puedas dar. No solo por cosas materiales te pueden necesitar, quizás un consejo, una ayuda espiritual, una visita por estar enfermo o ser anciano, que le des tu amor en su soledad. Porque ese amor que das no es otra cosa que el Amor de Dios que se manifiesta a través de ti para amar a sus hijos que necesitan de Él.
Esta es la forma de experimentar el Reino de Dios aquí, ahora. Solamente por medio del amor, “Porque Dios es Amor”(1Juan 4,16), Pero no solo amar a los que nos aman, sino a los que no nos aman (ver Lucas 6,31-32) 
O quizás alguien necesite de tu perdón, ofrécele y bendícele con el Amor de Dios, porque es a ti mismo a quien te estás amando, lo que haces por los demás, lo haces por ti.
Este es el secreto de la felicidad (Lucas 6,31)

Porque al amar, Dios y su Reino  se está manifestando en ti.    
Y donde está Dios, está su Reino. (1Juan 4,16).
Por eso Jesús en el mundo anunciaba que el Reino de Dios ya está en nosotros (Lucas 17,20-21)

Pero aclara Pablo, que el hombre no lo podía ver, ni lo puede ver hoy día, “Porque están ciegos espiritualmente, porque el dios de este mundo”, (es decir, las cosas del mundo a las cuales el hombre endiosa o idolatra), los tiene ciegos de entendimiento, y ya no pueden ver la brillante luz del evangelio de Cristo
                                          (2Corintios 4,4)

 “No lo puede ver”, quiere decir no lo puede sentir o experimentar dentro de sí.  El gozo o la paz que Dios nos da, lo que el mundo no nos puede dar (S. Juan 14,27)

No es cosa que se capte con los sentidos físicos, es una experiencia espiritual (ver Romanos 14,17-18)         
“Porque las cosas que son del espíritu hay que entenderlas espiritualmente”
(1Corintios 2,14)


HAGAN LA PRUEBA
Encuentra la forma de hacer feliz a cualquier persona desde a tus padres o hijos o a cualquier niño desconocido para ti, o enseña la Palabra de Dios a alguien, y no pasará mucho tiempo en que sientas un gozo inexplicable (inefable), en tu interior, no es como las alegrías que se logran con las cosas materiales del mundo. Está escrito, “Es más feliz el que da que el que recibe” (     )
                                                
Porque el dar cosas, así sea materiales, pero con amor, sin interés, no es cosa humana, es cosa del espíritu.

                                                                                          Juan Carlos Bordón
                                                                                                                    Escrito: año 2000