sábado, 1 de diciembre de 2012

¿CON QUÉ CUERPO VAMOS A RESUCITAR?


San Pablo 

Hombre clave elegido por Jesucristo resucitado para ser su apóstol y difundir por todo el mundo su Evangelio, explicando para cada comunidad y sobre cada tema diferente (Hechos 9,3-9). 
Asimismo para enseñarnos sobre los misterios del reino del espíritu.

EL CUERPO HUMANO Y EL CUERPO ESPIRITUAL
1Corintios 15,35-58

Este documento esta basado en la explicación presentada por San Pablo en su Primera Carta a los Corintios desde el Capítulo 15, versículo 35 al 58.
Y para saber por qué confiar en sus palabras debe leer:
“La Biografía de San Pablo” que corresponde al Capítulo 7 del Documento: del Blog:“LA PALABRA DE DIOS EN LA BIBLIA ”. hacer clic en el enlace
 
SIGNIFICADO DE LOS SÍMBOLOS O FIGURAS QUE SAN PABLO PRESENTA EN SU EXPOSICIÓN:

Figuras Simbólicas  =  Significado en la realidad humana

LA SEMILLA = El hombre, (el cuerpo humano)
SEMBRAR = Poner al hombre en el mundo de la tierra (“enterrar”)
MORIR, LA SEMILLA = Cuando muere el hombre
BROTAR, LA SEMILLA = Resucita la vida espiritual de la persona que ha muerto físicamente.
LA PLANTA QUE DE ELLA CRECE = El “nuevo hombre” que resucita/ El Espíritu.

BRILLO HUMANO

Las diferencias de la hermosura humana, dependen de las virtudes o cualidades propias que c/u posee en su personalidad.

BRILLO ESPIRITUAL
Diferentes niveles de brillo que poseen los espíritus resucitados,
Más santidad = más brillo.
CIELO = Plano o dimensión de los seres espirituales- El Reino de Dios.

LECTURA DE LA PRIMERA CARTA DE:
 SAN PABLO A LOS CORINTIOS (Capítulo 15,versículos 35 al 58) 

35- Tal vez algunos preguntarán ¿Cómo resucitan los muertos? ¿Qué clase de cuerpo van a tener?
36- Es una pregunta tonta eso (¡Necio!), porque cuando se siembra
una semilla  tiene que morir para que viva la planta
37- Se planta la semilla y de ella brotará la planta
38- Y Dios da a cada semilla el cuerpo que le corresponde
39- (Si hablamos de carne) "de cuerpo", no todos son iguales, el humano es una clase, el de los animales otra, los peces.
40- Así también hay cuerpos que son del cielo (hay cuerpos celestes),
pero la hermosura de los  cuerpos del cielo es diferente a la hermosura de los cuerpos de la tierra 
41- El brillo del sol es diferente al brillo de la luna, y también es diferente al brillo de las estrellas; y entre las mismas estrellas, el brillo de una es diferente al brillo de otra.
42- Así mismo pasa en la resurrección de los muertos, se siembra (se entierra) un cuerpo que se pudre y resucita algo que ya no muere.
43- Se entierra una cosa que es despreciable
y resucita algo que es glorioso  Se entierra una cosa que es débil (al sembrarse el cuerpo perdió sus fuerzas)
44- Se entierra un cuerpo natural y resucita un cuerpo espiritual.    
-Si hay cuerpo natural, también hay cuerpo espiritual -(Pues habrá un cuerpo espiritual)..
Pasamos al vers.:
49- Así como nos parecemos al hombre terrenal, también nos vamos a parecer al hombre que viene del cielo
50- Quiero decirles hermanos que lo que es de carne y hueso no puede tener parte en el Reino de Dios; pues lo que no dura no puede tener parte, en lo que dura para siempre.
51-No todos moriremos; pero todos seremos transformados,
52- en un instante, en un abrir y cerrar de ojos.
53- Es necesario que este cuerpo destructible se revista de la vida que no se destruye, de lo que ya no muere con lo que dura para siempre

EXPLICACIÓN DE LA LECTURA LEÍDA

“CUERPOS HUMANOS Y CUERPOS ESPIRITUALES”

Esta es la luz del espíritu

(El Nro antes de la coma corresponde al Capítulo, y el nro. después al versículo.)
 
En el mundo de la tierra, (sobre la tierra) fue "sembrado" el hombre (la humanidad), la semilla. (15,36) Y esta semilla por efectos naturales y normales debe morir para que de ella brote y crezca la planta (15, 36 - 37).
No todas las semillas son iguales = no todos los hombres son iguales.
Dios da la clase de cuerpo a cada uno (15,38).
Como podemos observar que en el mundo cada uno es diferente entre sí, no hay dos personas iguales, además están las diferencias entre las clases de razas, países, condiciones sociales, familia, tipo de inteligencia, cualidades propias que cada uno posee, etc. (15,40). El brillo de un cuerpo y de otro representa la cualidad de una y la cualidad de otra persona.
        
Insiste S. Pablo que así como hay cuerpo humano en la tierra (15,39), de igual manera hay cuerpos que son del cielo (15,40) y (15,44).
         Pero el nivel de brillo de nuestro espíritu  para el cielo  debemos ganarlo aquí en la tierra, (ver Romanos 2,6) y (Mat. 12,29-30)
         Puede ocurrir que los más humildes de los hombres de la tierra logren alcanzar un cuerpo espiritual de mayor brillo para el cielo, que el de un gran hombre intelectual. -“Los primeros serán los últimos y los últimos serán los prime­ros” (Mateo 20,16).(x)
         En nuestra vida poseemos algo que es muy grandioso y bello y con virtudes poderosas, es nuestro yo espiritual, nuestro espíritu, con quien somos UNO que no lo podemos ver ahora, tampoco se puede expresar individualmente en la plenitud de su ser porque está unificado o integrado con el cuerpo, y mientras permanezcan unidos, el espíritu está sujeto a las limitaciones de las características humanas, (15,43).

EL CUERPO HUMANO,
UNA COMPLEJIDAD DE VIDA MARAVILLOSA

¿QUIEN ES EL QUE SUFRE O SE ALEGRA EN UNA PERSONA?

         El espíritu es quien se alegra, sufre, ríe o llora.
Padece estas emociones y manifiesta a través de los sentidos del cuerpo. A veces echa a lagrimear por alegría o por sufrimiento, (dolor). Las emociones negativas influyen poderosamente al cuerpo humano a través del sistema nervioso involuntario, para enfermar un órgano, como también puede curar./ Esto lo saben todos los doctores, especialmente sicólogos, neurólogos, siquiatras, etc. 
        
El espíritu es el único que vive en una persona, y éste es el que da vida a cada célula, átomos del cuerpo. (Jesucristo lo afirmó) (S. Juan 6,63)
Por eso cada célula posee inteligencia para saber cómo regenerar un tejido dañado. Y cada órgano sabe que hacer para que funcione equilibradamente el cuerpo humano. Lo que tiene que asimilar, absorber, y eliminar.

El espíritu con el cual somos uno con el cuerpo ha salido de Dios, es parte de Dios. Por eso tiene inteligencia para curar, regenerar un tejido, defender, etc.

DIOS ESTÁ AQUÍ MISMO, EN MI Y CONMIGO
Dios experimenta la vida del mundo humano a través de nuestro cuerpo y espíritu.
Está escrito que somos templo vivo de Dios. y cuando nosotros nos alegramos, Dios está alegre, cuando sufrimos, Dios sufre en nosotros.
Está muy claramente explicado en los Evangelios: “Tuve hambre y me diste de comer, sed y me diste de beber, estuve preso, o enfermo,  y me visitaste, estuve llorando y me consolaste”. Y a la inversa  si no lo hicimos así. 
Asimismo cada uno tenemos nuestra propia característica, personalidad única, aunque todos en el mundo seamos parte de Dios.
Pero alguna vez, todos volveremos a ser uno otra vez con Cristo para ser uno Con Dios Padre, porque el Hijo es Uno con el Padre ( * ) Evangelio s/ San Juan: 10,30 - 14,20

"Porque Dios llegará a ser todo en todas las cosas” (1Co. 15,28) (*San Juan 14,20) (ver también Docum."Catecismo. Católico" Nº 1326 y 1130).    
         De alguna manera tendremos que ser purificados si morimos con impurezas. Porque “no” podrá habitar lo impuro con lo que es puro, Dios.
Lo corruptible con lo incorruptible.(1Cor. 15,50 y 56).

PARA LLEGAR AL REINO DE DIOS

         Explica Pablo que es necesario “morir para vivir”, que salga a flote, liberado del cuerpo, la vida del espíritu que es eterno (15,53) y pueda gozar en la vida del reino espiritual, su origen de vida.
        
Pero como se describe más arriba, el derecho a la vida en la plenitud del Reino, debemos ganarlo aquí en la tierra.(x) 
Si no logramos poseer las condiciones espirituales necesarias para pasar directamente al "Reino" deberíamos entonces pasar por etapas muy penosas, niveles espirituales muy bajos, la Iglesia lo llamaba "purgatorio" o "Limbo" hasta ser purificados. (Pero ahora año 2009, la misma Iglesia ha declarado o reconocido que no existen los mencionados purgatorio y limbo.
         De todas maneras nadie sabe con certeza lo que sucede con el espíritu en el trayecto al Reino después de la muerte física.

CIUDADANOS DEL CIELO

Nuestra meta es el “cielo”  Porque somos ciudadanos del cielo
(Filipenses 3,20-21).
No es que vamos a ser ciudadanos del cielo, después de resucitar. 
“Ya lo somos” porque nuestro origen de vida es el cielo, de ahí vinimos y allí debemos volver. (15,49) (=)
Y agrega más San Pablo: "Sabemos que mientras todavía vivimos en el cuerpo, "estamos fuera de casa", o sea que no estamos con el Señor"(+) (2Corintios 5,6). El cuerpo, el mundo, no es nuestra "verdadera" casa o ciudad.
Ilustra S. Pablo de la sgte. forma: "Mientras tenemos el cuerpo humano, somos mortales, y es necesario que este cuerpo mortal que es desechable desaparezca, para que aparezca el nuevo cuerpo para la nueva vida". (2Corintios 5,4-6).

(+)No estamos con el Señor”, es una interpretación más explícita de S. Pablo, porque aunque sabemos que ahora Dios está con nosotros, y más con el que vive en su voluntad, y reconoce que Dios vive en él, no es aún la plenitud.
Señala al respecto Pablo que mientras vivimos en el cuerpo no podemos estar de espíritu a espíritu con el Señor, como tampoco podemos apreciar su Reino, porque "estamos fuera de casa" el "cielo", el cuerpo humano  es una casa temporal.
A esto cabe agregar otra interpretación de Pablo, (versículo parafraseado) "Mientras estamos  todavía en el mundo, aunque podamos experimentar el Reino de Dios, no deja de ser una visión borrosa, la visión clara y plena la conoceremos en la resurrección." (1 Corintios 13,12).


IMAGEN TERRENAL E IMAGEN CELESTIAL

(=) Analizamos otra versión bíblica (parafraseada) (1Co.15,49) para mejor entendimiento, "Así como ahora tenemos la imagen del hombre terrenal, es decir, que como ahora nos vemos cada uno con una figura corporal, y nos sentimos en nuestro cuerpo, y a gusto, y que no queremos morir. Porque tenemos un cuerpo que se ajusta a las necesidades para vivir en el mundo de la tierra y experimentar de las satisfacciones que ella nos ofrece, y no queremos abandonar este mundo, porque es el único que conocemos, creemos que al morir todo terminó.

Pero explica S. Pablo que así también tendremos una figura o cuerpo espiritual", que es necesario para identificarnos en el mundo del espíritu. Las Escrituras le llaman "cuerpos celestes".
Pero las características que los diferencian entre unos y otros no serán por la forma o molde de su cuerpo, sino "por su brillo", unos tendrán mayor brillo que otros. (1Corintios 15,41)
Asimismo, los seres espirituales en el cielo, ya no están ligados entre unos y otros por los parentescos sanguíneos que en la vida humana los unía.     
Sobre este aspecto,  Jesús pone bien en claro, y en tiempo presente: "que en la resurrección son como los ángeles" “Allí no se casarán ni se darán en casamiento”. (Mat. 22,30-Marc. 12,25- Luc. 20,34-36).
Desde nuestra humanidad, si pudiéramos ver un cuerpo espiritual, o el espíritu “desencarnado” purificado de una persona, esto viene a ser, después de morir el cuerpo físico. Como sería también, ver el cuerpo espiritual de un ángel del cielo,  estaríamos ante la presencia de una belleza, no comparable.
Esa Belleza la vieron Pedro, Jacobo y Juan. Se relata este acontecimiento  en: 
San Mateo 17,1-9                                  
Y en el Artículo 
Bibliografía: La Biblia.

Escrito en mayo 2001, y arreglado en  nov. 2009 


Apéndice

e relaciona “La transfiguración de Jesús” con este tema  “EL CUERPO ESPIRITUAL”.  porque se trata de la vida del espíritu con el cual cada ser humano integramos, eso nos hace ser todos hermanos entre sí y Jesús el Cristo, nuestro hermano mayor. Esta realidad se puede conocer a través del Documento: “¿Por qué todos en el mundo Somos Hermanos”?   Del Artículo: "El Reino de Dios en los cielos como en la tierra"   (hacer clic)

Lea la Biografía más extensa de San Pablo/ Compilación de la Biblia

agrego este Tema aquí por estamos tratando de la vida espiritual. 

El Brilo del espíritu que se irradia del plexo solar
 

QUE MUCHO TE HICE SUFRIR MI DIOS

¿PERO POR QUÉ LA AFIRMACIÓN DE ESTE TÍTULO?, ¿CÓMO PUEDE SER POSIBLE ÉSTO?
Podemos comenzar el tema leyendo y analizando  la sgte. Frase bíblica:
No entristezcan al Espíritu Santo de Dios, que los ha marcado con un sello para el día de la redención”. (Efesios 4,30)
Un  hombre preguntó a Jesús, ¿quién es mi prójimo para amarle y así cumplir con Dios para llegar al reino?
Jesús le  relató la parábola de “El buen samaritano” como para que él mismo identifique, comprenda y conteste a su pregunta.
Entonces, ante ese planteamiento de  Jesús, por medio de la parábola, respondió: “El prójimo del hombre herido y tirado era aquel que le ayudó, el samaritano”.
“Respondiste bien, le dijo Jesús, y agregó, “ve y haz tú lo mismo”.
Dios se alegró, de poder ayudar  por medio del samaritano al hombre herido, en quien también estaba presente el Espíritu de Dios.
¿Quién entonces es mi prójimo?
-Es el más próximo a mí, y es el que está en mí, Dios. Por eso le dijo “ve y haz tu lo mismo” –Hacer qué: “Amar a Dios, para así poder “hacer lo mismo” “amar a mi hermano”.
  
Para corroborar esta explicación que muchos no tendrían en cuenta, podemos leer en el Evangelio según San Mateo: Todo lo que hicieron por uno de mis hermanos por humildes que sean, por mí lo hicieron (o lo dejaron de hacer). (Mateo 25,31-46)
Conociendo ya, que Dios está en cada uno de nosotros aunque no lo comprenderíamos con exactitud. Podremos, si queremos entender, que cuando lloramos, Dios llora en nosotros, o cuando estamos alegres, Él se alegra, etc., y cuando asistimos al que necesita ayuda espiritual o material es porque amamos a Dios, que vive en mí “como  mi prójimo” y en el otro que me llama, que necesita de Dios en mí.
No es esta una explicación rara,  inventada por un humano, San Pablo nos advierte muchas veces, “No pequen con el cuerpo ni con el espíritu porque ambas cosas pertenecen a Dios”.  (*)
(*) (ver más abajo el texto completo)
Podemos hacer un recuento de los hechos de nuestra vida y recordar cuantas veces hicimos llorar a Dios en nosotros, o cuántas veces lo dejamos abandonado, llorando sin intención de consolarlo.
“La canción dice”: “Muchas veces vamos apurados al templo para orar a Dios, pero no advertimos que Él estaba en mi camino en aquel hombre  sufriendo” Y sigue, “A tu lado está y no le conocemos, su nombre es El Señor”.
Cuando nosotros mismo estamos llorando o sufriendo, lo dejamos a Él participar de esos sentimientos, sin buscar la forma para cambiar el sufrimiento en alegría. (Sí, ya sé, es fácil decir, pero que es difícil hacer. Si no el nuestro, podremos del que está ocasionalmente en nuestro camino.

¿Y POR QUE TODAS ESTAS COSAS DE LA VIDA TIENE SU RELACION CON DIOS Y LOS HOMBRES?;
No lo podríamos nunca comprender si no aceptamos que cada uno de nosotros somos parte el uno del otro salidos de un mismo Dios Creador.

Y salimos de Dios desde el momento del tiempo espiritual en que Él ha decidido crearnos a cada uno según como somos. 
Está escrito que “En el Universo hay millones de estrellas, y cada una tiene un brillo diferente, y Dios conoce a todas, a cada una por su nombre”  (   )

Las estrellas de referencia representan a todos Los seres espirituales creados por Dios, de Sí mismo, en el principio.                                  
Así como una gota de agua que sale del gran mar, cada gota contiene todo lo que contiene  el  mar. Si no podemos aceptar y comprender este concepto. No podríamos comprender ni aceptar literalmente lo que Jesús venía enseñando en sus prédicas, (citados  más arriba) “Lo que ustedes hagan por mis hermanos, a mí me hicieron”.

Y – “¿No saben ustedes que su cuerpo es templo del Espíritu Santo que Dios les ha dado y que el Espíritu Santo vive en ustedes?, Ustedes no son dueños de ustedes mismos…por eso deben honrar  a Dios con el cuerpo como con el espíritu, porque ambas cosas son de Dios”. (1 Corintios 6,19-20)

Decía esto San Pablo, elegido por el mismo Jesús para hacer de él su apóstol y fue dotado de las sabidurías de los secretos del reino espiritual.
Entonces, ¿no somos libres?  -
 “Si, somos libres, pero no debemos dejar que nada nos domine”
(1 Corintios 6,12) 
Los libros de historia sobre la vida de San Francisco de Asís relatan que él se dirigía a Los lobos diciéndoles “hermano lobo” también a la luna hermana, y al sol hermano. Él en su gran humildad no predicaba a las gentes, esta verdad literal, que todos somos hermanos entre sí, porque no lo comprenderíamos.
San Pablo, antes Saulo de Tarso perseguía a Los cristianos para apresarlos y llevarlos para ser torturados por Los sacerdotes del sanedrín. Cuenta que antes de entregarlos, él mismo Los torturaba con rabia. (Hechos 22,1-5 - 22,19)
Y fue en una de esas persecuciones que Jesús resucitado se le apareció y le dijo “¡Saulo, ¿por qué me persigues? -  Te estás haciendo daño a ti mismo, como lo hace el buey cuando da patadas contra el aguijón”  (Hechos 9,1 -22,6)   

Con este texto bíblico nuevamente y en otro modo explica que:
Cada uno somos seres individuales e independientes, pero en cuanto al espíritu somos parte el uno del otro,  por eso dice que lo que hacemos por Los demás lo hacemos por nosotros mismos. Sobre esta referencia Jesús predicaba: “Todo lo que quieren que Los demás hagan por ustedes, hagan ustedes por Los demás”.
     
Pero no practicamos esas recomendaciones, porque desconectamos de nuestra conciencia el concepto de que somos hermanos reales, para así con facilidad negar que nuestra vida física, (cuerpo) que vemos, está integrada con el espíritu que no vemos, lo que hace posible para constituirnos en una persona, así también se niega  la existencia de un Dios Espiritual. Y por ende desvincularnos de compromisos. 

Viajaba en un coche  de un matrimonio por una doble avenida,  desde el paseo central un hombre casi anciano extendía la mano a cada auto que pasaba pidiendo una ayuda. Pasaban de largo los coches, el que yo viajaba también.
  
Entonces  dije:   “Nadie sabe que en ese hombre también está Dios”.  Fue  una expresión no dirigida a nadie en especial pero para que se escuche, y despertarnos a la realidad lo que ya sabemos en teoría.                        
Quiero agregar el tema escrito en otro volumen de esta serie que tiene relación al presente.  “Yo vi llorar a Dios”, basado en la letra de una canción,  interpretada por una pequeña niña. Y “la niña le preguntó a Dios” “Por qué estaba llorando”. Contó la niña lo que Dios le respondió: “Porque los hombres no cumplen sus santos mandamientos”, seguido  explicaba los detalles, que Dios le decía, “Por qué hay tantos niños hambrientos”, etc. etc.                                             
Luego, ella reclamaba en la letra de la canción, “Por qué si decimos que le queremos, seguimos haciendo llorar a Dios”.  “¿Por qué si sabemos que existe, entristecemos a Dios?”.

Juan Carlos Bordón
                            Diciembre  2007